Estaba claro que para el 11 contra 11 no iba a alcanzar. Ni contando cada pierna como una persona. Igual, en Atlético reinó la paz, la buena onda y la esperanza de que todo se solucionará como lo dicta la ley y la salida a Salta del sábado, donde comenzará la parte fuerte de la pretemporada este por ahora minúsculo grupo de futbolistas.
Héctor Rivoira fue algo así como el vocero de un “decano” en formación. El entrenador está tranquilo porque asume lo duro que está el mercado de pases. A su vez, está confiado en el trabajo que realizarán sus pupilos y en la posibilidad de ascender a Primera. Que será dura la misión, seguro, pero lo bueno es que hay cinco ascensos a repartir en la zona donde estarán los de 25 de Mayo y Chile. “Tendría que ser un beneficio, no le veo la presión. No es como en la temporada pasada que había tres lugares para todos los equipos que jugaron el torneo. Me parece que nos tiene que beneficiar. Somos un equipo muy importante en la categoría y eso lo tenemos que asumir, así como nuestras responsabilidades. No llegar entre los cinco sería una frustración para mí”, asegura Rivoira, tostado luego de las vacaciones.
A su sonrisa no se la borró nadie, ni la ausencia de jugadores. Luis Rodríguez avisó de su faltazo sobre la marcha. En cambio, Eduardo Casais, Jonathan Gómez y Javier Malagueño lo hicieron con anticipación. Casais y Gómez llegarán hoy a Tucumán; Malagueño lo hará el viernes.
Al que lo esperaba el hincha es a Nicolás Romat, pero lo suyo está complicado. Un club de la Serie B de Italia está tras sus pasos y es muy difícil pelearle a un sueldo en euros. Eso está claro. Habrá que buscar una alternativa para cubrir la vacante del Samurai. “De acá al sábado va a haber bastantes incorporaciones”, prometió “Chulo”, avisando que: “vamos a dar pasos seguros, sin equivocarnos porque queremos estar en enero en Primera. Sé que están trabajando duro los dirigentes, por eso estoy tranquilo”. Anoche ya tuvo una buena noticia: firmó contrato el volante Diego García, de último paso por San Martín de San Juan.
Lo que ameniza la espera en el DT es que cuenta con una base ya y con un objetivo concreto. “Trabajar duro y tratar de que Atlético vuelva. Ese es el desafío que nos pusimos todos. Ojalá podamos lograrlo”, dijo a modo de plegaria Rivoira, motivado por llevar al “decano” al Olimpo del fútbol argentino. El primer paso hacia el éxito fue dado en el complejo de Ojo de Agua. Atlético y sus hombres encendieron la máquina.